Muchas
empresas creen que para conformar un equipo de trabajo eficiente, basta con
contratar a quienes tengan el mejor Currículum o cuenten con las habilidades
requeridas para el cargo que realizarán. Esto no es cierto.
Es fundamental hacer una medición constante del
desempeño de los trabajadores una vez que son contratados. Evaluar el desempeño es
también útil para que las organizaciones detecten a aquellos colaboradores que
se destacan por su eficiencia y puedan realizar campañas de sucesión exitosas con las
capacidades profesionales comprobadas.
La evaluación del desempeño es un instrumento que se
utiliza para comprobar el grado de cumplimiento de los objetivos propuestos a
nivel individual. Este sistema permite una medición sistemática, objetiva e integral
de la conducta profesional y el rendimiento o el logro de resultados (lo que
las personas son, hacen y logran).
Es útil para determinar la existencia de problemas en
cuanto se refiere a la integración de un empleado/a en la organización.
Identifica los tipos de insuficiencias y problemas del personal evaluado, sus
fortalezas, posibilidades y capacidades.
Es importante resaltar que se trata de un proceso
sistemático y periódico, se establece de antemano lo que se va a evaluar y de
qué manera se va a realizar y se limita a un periodo de tiempo, que normalmente
es anual o semestral. Al sistematizar la evaluación se establecen unas normas
estándar para todos los evaluadores de forma que disminuye el riesgo de que la
evaluación esté influida por los prejuicios y las percepciones personales de
éstos. La evaluación de personal es una
herramienta para mejorar los resultados de los recursos humanos de la empresa.
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